En estos 3 meses que he estado en Francia he vivido todo tipos de momentos, tanto buenos como alguno un poco menos bueno, pero reflexionando en lo que ha sido esta experiencia veo que en la balanza hay mucho más bueno que malo.
Al principio iba con algo de miedo en el cuerpo, pues mi primera experiencia no fue buena, miedo por que me dejaba al novio en España y era mucha la distancia, también algo triste por dejar a mi familia y amigas, pero todo eso poco a poco ha ido desapareciendo. La experiencia ha sido muy buena, la familia me han tratado estupendamente, como si fuera una más de la familia. A los niños les he cogido un cariño especial y los pocos amigos que pude hacer en estos 3 meses también les he cogido cariño.
En este tiempo he podido mejorar el idioma, consiguiendo así un B1 en francés, he cogido más confianza en mí misma y ver que puedo conseguí lo que una se propone, que no hay miedos que valgan y que las experiencias te van haciendo más fuerte.
Con el miedo que tenía a que la relación con mi novio terminará también se puede decir que ha ido desapareciendo poco a poco, aunque la distancia hace que se discuta más que de costumbre, pues no sabes lo que la otra persona está haciendo... pero sin embargo, creo que mi relación se ha ido reforzando, haciéndose más fuerte junto a nosotros, luchando por todo lo que queremos e intentando que todo eso continúe así.
Hace ya dos semanas que llegue a España y echo mucho de menos a los niños, me acuerdo de todos los momentos que he vivido allí y sinceramente recomiendo esta experiencia a todo el que pueda hacerla.
En principio vine a España para 4 semanas y se suponía que me debería ir a Suiza para el 17 de julio a vivir una nueva experiencia con otra familia durante 1 año, pero las cosas han cambiado.
Ya estaba empezando a decaer mi estado de ánimo pensando que ya me iba, que había estado poco tiempo en España, que no había recuperado el tiempo que había estado fuera, que ya no volvería a ver a una de mis hermanas hasta Navidades, que a mi novio lo volvía a dejar y también que acababa de nacer mi sobrina y tan sólo la vería los primeros 15 días, y ya hasta Navidades tampoco la volvería a ver. Por la parte de mi madre y mi otra hermana también me daba tristeza pero las volvería a ver en septiembre, entonces era menos tiempo. Justo en ese momento, en el que todo se venía encima recibí un mensaje de mi nueva familia en Suiza, ella me explicaba que le habían concedido más tiempo de baja y que hasta entonces no empezaría eso significa que hasta septiembre no tengo que ir, que podré estar en España todo el verano, ver antes de irme de Suiza a mi hermana y estar con los que quiero aquí un poco más de tiempo.
Se puede pensar que con este pensamiento no quiero irme, pero no es eso, es que cuando se acerca el momento es cuando quieres salir corriendo y no parar, que no quieres irte, pero luego cuando estás allí te acostumbras y aunque tengas malos ratos todo irá estupendamente.
Ahora me despido hasta septiembre, dejando unas fotos de Avignon mi último viaje en Francia.
