Así que el niño se vistío lo más rápido que lo he visto vestirse jamás, y 5min después ya estaba preguntando cuando nos íbamos. Teníamos que esperar a la hora que salía el tren y para eso quedaba bastante.
La madre se fué al trabajo y allí me quedé yo con el niño preguntándome cada 5min que si nos íbamos, que llegaríamos tarde, que la noche llegaría y el aquarium lo cerrarían.
Cuando llegó la hora de irnos, todo iba bien, hasta que llegamos al aquarium. Pasamos y lo primero que me dice el niño es: Venga vamos a continuar que yo ya quiero irme a casa... allí estábamos que acabábamos de llegar y el ya se quería ir. No quería ver a los peces ni nada, quería ir a otro aquarium, el cuál ya había visto la semana anterior con el cole, era mucho más pequeño y en otro pueblecito donde no se llega con tren...
Al final cedió un poco y acepto ver los peces...
El aquarium era inmeso y a mí me gustó mucho.
Cuando llegó la hora de irnos, el niño ya no quiere irse a la casa, ahora quiere quedarse, todo esto supone lloriqueos, voces diciendo quiero a mi mamá... y la gente te mira y murmura y tú ya no sabes que haces, y cuando crees que lo has calmado y que todo vuelve a estar bien y que os disponéis a coger el tren para volver a la casa, sin motivo aparente se pone a llorar de nuevo y tú sin saber que le pasa y él sin querer decírtelo, pero cuando consigue contartelo resulta que lo que le pasa es que en la estación de tren a escuchado el nombre del pueblo donde trabaja su mamá y no quiere ir a casa, ahora quiere ir al pueblecito donde está su mamá y quedarse con ella...
Fué un gran día repletito de lloriqueos, voces, patadas y algun que otro arañazo...
Al final terminamos llendo a casa y él sin querer sin ser mi amigo jeje
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